No hace falta que Mourinho salga ayer a la rueda de prensa, tras recibir otra derrota a manos del Barcelona, a decir que esto es un juego y que a parte de las tácticas hay un importante porcentaje de suerte en esto del fútbol, creo que eso todos lo sabemos y lo tenemos claro y ayer fue un día de esos, nuestro equipo no jugo mal, tampoco hizo un partido para tirar cohetes pero salir derrotado de Levante no era lo más justo a tenor de lo visto sobre el terreno de juego.
Desde el pitido inicial se vió a un Levante tímido, convencido de que empatar en su campo ante el Sevilla le era más que suficiente, lo que se veía en el campo era un partido de un claro 0-0 porque tampoco los nuestros iban claramente a por el partido ante la invitación del contrario que no llegaba a puerta y solo tiraba pelotazos para que sus atacantes al grito de ¡Al ataque! pudieran crear algunas ocasiones, cosa que no ocurría y ante este panorama los nuestros se relajaron y se nos pasó una primera parte aburrida.
La segunda comenzó por los mismo derroteros, el Sevilla tenía más la pelota pero sin pólvora arriba, aún así las ocasiones más claras siempre fueron nuestras pero la suerte no estaba ayer de nuestro lado y se demostró en la jugada del gol del Levante, gol más tonto no se puede hacer, saque de corner y entre Negrego y Varas, que si la cojo yo, que si despeja tu, y al final viene el listo de la clase y la empuja dentro de la red, 1-0 cara de bobos en los jugadores, indignación en la afición y ya tenemos el partido cuesta arriba y toca remontar. De ahí hasta el pitido final el equipo lo intentó y tuvo varias ocasiones para por lo menos conseguir el empate, la más clara de todas el remate de Spahic de cabeza que inexplicamente se le fue fuera.
Desde el pitido inicial se vió a un Levante tímido, convencido de que empatar en su campo ante el Sevilla le era más que suficiente, lo que se veía en el campo era un partido de un claro 0-0 porque tampoco los nuestros iban claramente a por el partido ante la invitación del contrario que no llegaba a puerta y solo tiraba pelotazos para que sus atacantes al grito de ¡Al ataque! pudieran crear algunas ocasiones, cosa que no ocurría y ante este panorama los nuestros se relajaron y se nos pasó una primera parte aburrida.
La segunda comenzó por los mismo derroteros, el Sevilla tenía más la pelota pero sin pólvora arriba, aún así las ocasiones más claras siempre fueron nuestras pero la suerte no estaba ayer de nuestro lado y se demostró en la jugada del gol del Levante, gol más tonto no se puede hacer, saque de corner y entre Negrego y Varas, que si la cojo yo, que si despeja tu, y al final viene el listo de la clase y la empuja dentro de la red, 1-0 cara de bobos en los jugadores, indignación en la afición y ya tenemos el partido cuesta arriba y toca remontar. De ahí hasta el pitido final el equipo lo intentó y tuvo varias ocasiones para por lo menos conseguir el empate, la más clara de todas el remate de Spahic de cabeza que inexplicamente se le fue fuera.
Adios a la cuarta plaza, de momento, se nos va el Levante a cinco puntos y si el Málaga gana nos mandará a la sexta plaza.
Evidentemente perder siempre te deja mal sabor de boca pero lo que siempre hablamos aquí, las formas son las que hay que evaluar y el equipo no ha perdido un partido ante un rival que haya sido en el computo del juego superior, ha sido un resultado justo porque así lo refleja el marcador pero valorando el juego de uno y otro era un partido de empate a cero clarísimo si no hubiera sido por la jugada tonta de la semana.
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