
Buen resultado el que conseguimos ayer en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey frente al Getafe, no esta hecho ni mucho menos, pero es a priori un magnífico resultado ya que les obligamos a meternos tres goles y que nosotros no metamos ninguno. La cosa no empezó precisamente pintando bien ya que salió el equipo "dormido", no parecía un partido de semifinales, sin embargo el Getafe estaba enchufadísimo y así durante la primera media hora,literalmente nos volvió loco, menos mal que no andaban atinados a la hora de tirar a puerta y que Palop hizo bien su trabajo, pero llegó el minuto 36 y Jiménez en una decisión muy criticada por todos los aficionados, quitó a Negredo y entró Romaric, y a partir de aquí el partido cambió, el Sevilla se crecía por momentos y el Getafe se iba cada vez empequeñeciendo. Y aquí hay que reconocer a nuestro entrenador lo que ayer hizo, que le salio bien, pues sí, pero para eso le paga el Sevilla para tomar decisiones y tenemos que reconocer que acerto y probablemente dentro de una semana nos acordemos que gracias a esa decisión estamos en la final de la Copa del Rey. Lo veremos probablemente el miércoles próximo.
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